La Semana de Talleres Navideños

Termino la semana llena de gratitud. Qué pena no haberla vivido antes!, porque así hubiese podido incluirla en mi lista de agradecimientos en Thanksgiving por la la suerte de haberla compartido con gente increíble.

Como algunas ya sabéis, esta semana he impartido dos clases de Coronas de Navidad. Y la experiencia no ha podido ser mejor!. Era la primera vez que lo hacía desde que vivo en Estados Unidos, así que una siempre tiene ese hormigueo en la barriga, por la incertidumbre de cómo se desarrollará todo. Pues "todo" fue muy "guay". Creo que esa es la palabra, guay. Lo define muy bien. Algo demodé, lo sé, pero muy descriptiva de lo que esas mañanas han sido. Y lo fueron esencialmente porque las mujeres que participaron en estos workshops vinieron con muchas ganas de aprender, pero también de disfrutar y de compartir. Y eso lo es todo!.

Adoro los talleres, por lo que significan. Transmites conocimiento que acaba traduciéndose en algo tangible (en este caso, una corona navideña) y, al mismo tiempo, disfrutas de la creatividad de las alumnas. Una mezcla que genera una sensación que me engancha poderosamente. Mujeres maravillosas que a veces se sorprenden a sí mismas al ver lo que fueron capaces de hacer al término del taller. No sabéis lo gratificante que es eso!. Leslie, Águeda, Camila, Alejandra, Bibi, María Lucia, Ángela, Irene, Susana, Marisol, Verónica, Natalia, me ha encantado conoceros!.

Me gusta comenzar mis talleres con un rico desayuno, para cargarnos de energía y tener un tiempo para conocernos un poco. Y después de haber roto el hielo y ponernos nombres y caras, a las mesas, a la tijeras, al alambre y a las ramas. Y vaya que sí lo hicieron! Se llevaron a sus casas unas coronas navideñas realmente bonitas!.

Es genial ver cómo facilitando los mismos materiales, salen seis coronas completamente distintas. Y es que cada una tiene su personalidad y eso se ve en sus trabajos.

Con lazo, o sin él, con más fantasía y brillos o sólo con elementos naturales, más tradicional en tonos rojos o más moderna con toques blancos o plateados, o con un toque de sofisticación gold, más frondosas con muuucho verde, con piñas o sin ellas... Todas distintas, como las mujeres que las hicieron. Eso es lo bonito.

Gracias a "mis alumnas" (ahora sí puedo decirlo) y esperando que sean muchas más las que se sumen a una de estas mañanas terapéuticas en Key Biscayne.

Pensando ya en el siguiente taller.., que será a la vuelta de la Navidad.